La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) presentó los resultados de su “Programa de Nutrición de Suelos y Cultivos”, trabajo que se realizó en diferentes zonas de Santa Cruz desde el 2029, junto a profesionales destacados de Argentina.
Fernando García, consultor y profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce de Argentina, uno de los profesionales que apoyó el trabajo del Programa de Nutrición de Anapo, indicó q existe la necesidad de nutrición en los suelos en Santa Cruz, toda vez que se han extraído muchos nutrientes con el pasar de los años y no se han sido repuestos.
“Si bien son suelos muy fértiles, pero se han ido degradando en diferentes zonas. A partir de ese punto con la intención de mejorar los rendimientos se han realizado ensayos con fertilización en diferentes zonas”, manifestó.
Suelos del Norte son menos fértil
García explicó que en el trabajo realizado desde el 2019 junto al equipo técnico de Anapo, se evidenció que los suelos de la zona Norte de Santa Cruz tienen menos fertilidad, y al ser suelos con muchos años de agricultura disponían de menos fosforo y potasio, los cuales han ido perdiendo materia orgánica.
Dio a conocer que la situación en la zona Este es distinta, porque son suelos más nuevos, donde se realiza solo una campaña agrícola, menores niveles de extracción y con menos rendimiento.
En la Chiquitania, los suelos rojos que necesitan corrección con PH, pero son tierras muy productivas, donde a nivel experimental se han obtenido rendimiento de soya de 3 a 4 toneladas por hectárea.
Crucial hacer análisis de suelos
En ese sentido el profesional dejó en claro que es importante la fertilización en los suelos; pero conociendo el ambiente de cada lote, por lo cual es crucial que los productores hagan análisis de suelos.
“Este trabajo que se hizo con Anapo llevan a generar evidencias científicas y técnicas que nos permitan conocer bien cada lote en particular. En ese aspecto siempre remarcamos lo que son análisis de suelos”, manifestó García, quien agregó que eso permitirá al productor aplicar la cantidad necesaria de fertilizantes en el suelo, lo cual se traducirá en mayor rentabilidad de sus cultivos.
García indicó también que otra técnica para mejorar la nutrición del suelo, es la rotación correcta de cultivos. Que se incorporen los cultivos de cobertura y que se traten de tener el suelo protegido la mayor parte del año y que no quede expuesto a la acción de vientos y agua.
“Si pensamos en los pilares del manejo del suelo, decimos que son cuatro: rotación de cultivos, siembra directa, cultivos de cobertura y nutrición balanceada”, expresó, quien agregó que con fertilización se puede mejorar la productividad desde 5% a 30%.
Identificar qué lotes se deben fertilizar
Por su parte Nahuel Reussi, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina, indicó que el Programa de Nutrición de Suelos de Anapo, se basaban en algunas preguntas; qué nutrientes, qué nivel de respuesta se pueden obtener y las variables de suelos se deben medir para identificar en qué lotes se deben fertilizar.

Reussi indicó que, en la red de ensayos en las diferentes zonas en gramíneas y girasol, un promedio del incremento de rendimiento con una nutrición balanceada en ambientes con deficiencias es del 20%.
“Son más o menos entre 500 a 600 kilos que podría mejorar el productor fertilizando ambientes con deficiencias, en base a análisis de suelo. En cuanto a nitrógeno, el cultivo que aparece con más respuesta es girasol, sobre todo en el municipio de El Puente. Después trigo en Okinawa, maíz en las zonas norte y Chiquitania”, explicó Reussi.
Agregó que es importante hacer un análisis de suelo, para que el productor pueda definir la dosis de fertilizante o de abono que debe aplicar en cada ambiente. Ello se traducirá en mayor rentabilidad al productor porque conocerá dónde y la dosis a aplicar de fertilizante.
Fuente: Agro Sinergia