Santa Cruz, mayo de 2024.- La ciudad de Gualeguaychú, Entre Ríos (Argentina), fue la sede
del simposio denominado “La Producción de Alimentos, Bioenergías y el Cambio Climático”
organizado por la Federación de Sociedades Rurales del Mercosur (FARM) con el objetivo
de analizar el papel fundamental del sector agrícola en la producción de alimentos,
bioenergías, el cambio climático y los desafíos de la sostenibilidad agropecuaria en el
Mercosur.
En la actividad estuvieron presentes autoridades y representantes del sector, en
representación de Bolivia estuvo el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO)
y de la Confederación Agropecuaria Nacional (CONFEAGRO), José Luis Farah.
El evento tuvo una duración de dos días. Durante la primera jornada se realizaron dos
sesiones: «El agro y su aporte a la acción climática. Potenciales y desafíos» y «¿Cómo
enfrentar los desafíos de un potencial proteccionismo ambiental?». Mientras que, en el
segundo día, las sesiones incluyeron «Los productores y las buenas prácticas agrícolas
ganaderas”. El pago de servicios ecosistémicos: ¿El mercado de carbono es parte de la
solución? Tendencias, realidades y oportunidades, culminó con «Experiencia y visión de los
productores frente a la seguridad alimentaria y la sostenibilidad».
José Luis Farah, presidente de la CAO y CONFEAGRO, realizó una exposición denominada la
“Experiencia y Visión de los productores frente a la seguridad Alimentaria y
la Sostenibilidad”, donde abordó temas esenciales del sector agropecuario de Bolivia,
destacando su rol como principal soporte de la economía del país y su significativa
contribución al Producto Interno Bruto (PIB), a la generación de empleo y al incremento de
divisas. Asimismo, resaltó los principales datos de las superficies agrícolas cultivadas y
cosechadas, además del número del hato ganadero.
“En Bolivia, el sector agropecuario aporta el 15% al PIB, es el primer generador de empleo
y contribuye significativamente a la generación de divisas. Queremos resaltar que la
superficie cultivada agrícola anual fue de 4,3 millones de hectáreas, logrando una
producción de 23 millones de toneladas. Asimismo, se reportaron más de 10.7 millones de
cabezas de ganado bovino, lo que demuestra el alto potencial que tiene Bolivia en la
producción” acotó el presidente.
A pesar de estas cifras, Farah subrayó los bajos rendimientos comparados con países
vecinos en cultivos como maíz, trigo, algodón, arroz, quinua y papa. En soya, aunque mejor
posicionados, siguen en los últimos lugares.
El presidente de la CAO aseguró que la apuesta es al incremento de la productividad porque,
con la superficie actual, Bolivia podría duplicar su producción y triplicar su aporte en divisas,
siempre que se mejoren las políticas y el acceso a biotecnología.
Para concluir, Farah abordó la postura ante la norma 2020 de la Unión Europea, señalando
la necesidad de considerar las realidades regionales antes de imponer restricciones.
Propuso que, en lugar de ampliar áreas, se debería apostar a la productividad, y que los
productos agrícolas provenientes de campos naturales reciban precios justos.
El simposio concluyó con una visión unificada de continuar equilibrando el desarrollo
agropecuario con la sostenibilidad ambiental y la necesidad de trabajar en lineamientos de
desarrollo regional para negociar eficazmente con otros bloques económicos.
Fuente: CAO