El CIAT inicia la validación agronómica de variedades de algodón genéticamente modificadas, con el objetivo de aprobar su uso en la producción nacional. Esta iniciativa, largamente esperada por los productores bolivianos, busca fortalecer la competitividad y el futuro del cultivo en el país.
El Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT), dependiente de la Gobernación de Santa Cruz realizó la siembra de tres variedades de algodón genéticamente modificadas con los eventos MON 531 y MON 1445 en su Centro Experimental Agrícola de Saavedra. El objetivo es realizar la validación agronómica de los materiales, de manera que en corto plazo sean utilizados por los productores bolivianos.
Después de algunos años de gestiones de la Federación Departamental de Productores de Algodón (Fedepa) ante autoridades de Gobierno, se logra avances para aprobar semillas genéticamente modificadas en algodón. Con la intención de validar materiales modificados, este viernes 15 de agosto se procedió a la siembra de tres variedades transgénicas de algodón en predios de Centro Experimental Agrícola de Saavedra del CIAT.
Se trata de las variedades Pora-3, Guaraní y Guasuncho-4; todas procedentes de Argentina que tienen incorporado los eventos MON 531 (resistencia a insectos) y MON 1445 (tolerante a herbicidas). Se espera que los resultados de la validación agronómica de dichos materiales se conozcan en seis meses, tiempo en que se conocerán cuáles se adaptan mejor a suelos del departamento de Santa Cruz.
Blas García, investigador del CIAT, explicó que las variedades sembradas de algodón tienen incorporado el evento MON 1446, es resistente a herbicidas, que permite controlar malezas en el cultivo, de manera que ayudará a disminuir los costos de producción ene algodón.
De igual manera que las variedades al tener el evento MON 531, son resistentes a insectos, que causan mucho daño al algodón en Santa Cruz, ocasionando mermas en rendimiento.
Comentó que las variedades destacan por su alta productividad, toda vez que en Argentina registran un promedio de 50 quintales de fibra de algodón por hectárea, muy por encima al rendimiento que se produce en Bolivia.


Productores esperan lograr competitividad con aprobación de transgénicos
Jesús Arce, presidente de Fedepa, destacó el trabajo que está iniciando el CIAT en coordinación con los productores algodoneros, toda vez que siempre han estado buscando aumentar sus rendimientos de algodón.
“Es muy importante el trabajo que se está realizando porque los productores queremos ser más productivos y generar divisas para el país en un corto plazo”, expresó Arce, quien agregó que de utilizar semillas genéticamente modificadas le permitiría a Bolivia ser competitivos con otros países. Agregó que actualmente Brasil por ejemplo produce 47 quintales de fibra de algodón por hectárea y en Bolivia solo se llega a producir 15 quintales.
En ese sentido, observa que la biotecnología les dará la posibilidad de competir con países productores de algodón.

Hito histórico para Bolivia
Héctor Sandoval, director ejecutivo del CIAT, calificó como un hito histórico y de mucha importancia para el sector productivo nacional, toda vez que se da inició a la siembra de la primera parcela de validación agronómica de tres variedades de algodón genéticamente modificadas que provienen del INTA Argentina.
“Este trabajo que hacemos es posible gracias a una alianza estratégica con Fedepa, cumpliendo toda la normativa boliviana que establece las tareas que debemos realizar para lograr la validación agronómica de semillas genéticamente modificadas”, sostuvo Sandoval, quien agregó que el CIAT logró la aprobación de resoluciones ministeriales a través del Comité Nacional de Bioseguridad para establecer ensayos en Saavedra, Pailón y Cañada Larga.
El ejecutivo manifestó la importancia del trabajo iniciado, toda vez que busca incentivar a los productores, de manera que logre su repunte y vuelva a ser un sector importante como lo fue en los años 80 y 90.
En el 2025 se cultivaron alrededor de 4.000 hectáreas de algodón en Santa Cruz y con algunas medidas, como la aprobación de semillas genéticamente modificadas, el sector apunta a incrementar el arrea cultivada en 10.000 hectáreas el 2026.
Fuente: Agro Sinergia