El freno a las exportaciones de soya es algo que repercutirá negativamente no solo a los productores, sino también a toda la cadena productiva y por tanto a la seguridad alimentaria del país.
José Luis Landívar Bowles, Expresidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y actual Asesor de la Institución que presidió, quien además es un conocedor del sector productivo, en entrevista con Agro Sinergia, se refirió al problema que enfrentarán los productores y las industrias por el freno a las exportaciones de soya de parte del Gobierno.
Landívar lamentó la decisión del Gobierno de prohibir las exportaciones del grano de soya en plena cosecha de verano, tomando en cuenta que la producción estimada abastece de sobremanera la demanda interna, quedando suficientes excedentes exportables.
Indicó que a los productores solo le quedará vender su producción de soya en el mercado interno, lo cual repercutirá en recibir menores precios por parte de la industria, afectando significativamente en sus ingresos.
“El no exportar grano de soya le significará a los productores recibir 100 dólares menos por tonelada de las industrias en este verano. Es decir que en 2,5 millones de toneladas de soya que se espera producir significará que dejarán de ingresarle 250 millones de dólares al productor”, explicó Landívar.
El 2024 el sector fue golpeado
Recordó que el 2024 el sector primario fue severamente afectado por la sequía, lo que originó una disminución de aproximadamente 800 mil toneladas de soya y por eso es importante que el Gobierno autorice las exportaciones del grano, toda vez que según las estimaciones del sector es obtener un rendimiento promedio de 2,2 toneladas de soya en la actual campaña de verano 2024-2025.
Landívar hizo notar que los productores necesitan recibir un mejor precio por su producción, tomando en cuenta que sus costos de insumos se incrementaron por la falta de dólares, lo cual significará perdidas económicas al sector primario.
“El no exportar soya diría que es la estocada final al sector primario soyero porque recibirá menor precio y aparte que sus costos de producción se incrementaron”, aseveró Landívar.

El freno a las exportaciones afectará a toda la cadena productiva
De igual manera explicó que el freno a las exportaciones de soya, no solo afectará al sector primario, sino en toda la cadena productiva y por ente también en la seguridad alimentaria del país.
Comentó que si los soyeros cambian de rubro el próximo año, disminuirá la producción de soya y por tanto menos alimentos en la producción de carne; toda vez que la harina de soya es insumo principal para los sectores pecuarios del país, que producen carne.
En el caso de las industrias también se verán afectados si la producción de soya cae el próximo año, tomando en cuenta que las exportaciones de oleaginosas y sub productos significan el 52% del valor total de exportaciones no tradicionales en Bolivia, que significan alrededor de 2.000 millones de dólares.
“Al no exportar soya habrá menos divisas en el país. Creo que el Gobierno no hace un análisis económico al frenar las exportaciones y toma una mala decisión. Si analizamos bien el Gobierno viene haciendo prevalecer el tema político sobre lo económico y eso es muy lamentable”, comentó.
Agregó que el sector terciario (transporte, la Banca y exportadores) también es afectado por la medida del Gobierno, porque se dejan de exportar grano de soya a países de la comunidad Andina.
Fuente: Agro Sinergia
