Política Nacional de Riego cierra 2024 con polos operativos que cubren 1,7 millones de hectáreas irrigadas.
El Ministerio de Integración y Desarrollo Regional (MIDR) finaliza 2024 con un hito significativo para la agricultura brasileña: la formalización de cuatro nuevos Polos de Agricultura de Riego. La iniciativa refuerza el compromiso del Gobierno Federal de garantizar la seguridad alimentaria del país y ampliar la producción de alimentos frente a la creciente demanda mundial, al tiempo que promueve el desarrollo regional sostenible y aborda la escasez de agua. Acciones que destacan en el balance 2024 de la Secretaría Nacional de Seguridad Hídrica (SNSH).
Los Polos de Agricultura de Riego forman parte de la Política Nacional de Riego (PNI), establecida por la Ley nº 12.787/2013, que tiene como objetivo diagnosticar y superar los obstáculos que impiden el avance de la producción de riego en Brasil. Actualmente, el país ya cuenta con 16 centros en funcionamiento, que cubren una superficie de 1,7 millones de hectáreas irrigadas y un potencial de expansión a otros 8 millones de hectáreas.
En 2024 se oficializaron los siguientes Hubs:
Polo de Agricultura de Regadío del Suroeste de Tocantins (Ordenanza n° 2880/2024);
Polo de Agricultura de Riego en el Centro Sur de Mato Grosso do Sul (Ordenanza MIDR/SNSH nº 3.724/2024);
Eje de Riego del Distrito Federal (Ordenanza N° 4.043/2024);
Polo de Riego de la Región del Valle del Paraná (Ordenanza nº 4.055/2024).
Además, el MIDR ya trabaja en la creación de un nuevo polo para 2025, en la región de la Serra da Ibiapaba, en Ceará, continuando la expansión del riego en áreas estratégicas del territorio nacional.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indica que, para 2050, con una población mundial cercana a los 10 mil millones de personas, será necesario ampliar la producción de alimentos entre un 60% y un 70%. Según la directora de Riego de la Secretaría de Seguridad Hídrica (SNSH) del MIDR, Larissa Rêgo, se estima que el 60% de los alimentos demandados a nivel mundial se produce en Brasil y el riego será un gran aliado. “El riego juega un papel crucial en este escenario, garantizando la seguridad alimentaria global, que es una prioridad en los esfuerzos que se llevan a cabo en los polos de agricultura de regadío”, explica el director.
Infraestructura y desafíos
Los Hubs de Agricultura de Regadío permiten mapear las necesidades prioritarias de los agricultores de regadío en diferentes regiones. Estudios realizados indican que el 43,8% de las demandas están relacionadas con infraestructura, con énfasis en logística y suministro eléctrico, seguida por un 22,9% en Apoyo Técnico, Investigación y Desarrollo.
Otro punto de atención son las regulaciones ambientales y las dificultades para obtener permisos y licencias. Estos temas representan el 18,9% de las demandas identificadas, destacando la necesidad de una mayor integración entre el sector público y privado para adaptar los procesos regulatorios y permitir el crecimiento de la agricultura de riego de manera sostenible.
Además, la falta de información detallada y de un seguimiento integral de los recursos hídricos también presenta desafíos importantes. A pesar de estos obstáculos, un estudio elaborado por la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq), en colaboración con el MIDR, estima que Brasil tiene 53,4 millones de hectáreas con potencial irrigable, incluidas áreas agrícolas y de pastos, en condiciones ambientalmente sostenibles.
Beneficios Económicos y Sociales
El riego desempeña un papel crucial en la expansión de la producción agrícola y la generación de riqueza. Los Centros de Agricultura de Riego ya generan importantes impactos positivos, tales como:
Generación de Empleo: Se estima que se crearán 5 millones de empleos directos e indirectos;
Crecimiento económico local: fortalecimiento del PIB agrícola en las regiones cubiertas por los centros;
Sostenibilidad: Uso eficiente del agua y la energía, reduciendo la deforestación;
Innovación y Competitividad: Adopción de tecnologías de punta, que aumentan la productividad con menor impacto ambiental.
Seguridad alimentaria y soberanía nacional
Según el ministro de Integración y Desarrollo Regional, Waldez Góes, al cerrar 2024 con cuatro nuevos Polos de Agricultura de Riego más, el MIDR consolida una estrategia de largo plazo para transformar la agricultura brasileña en un modelo de referencia global. “Con el fortalecimiento de los centros, el MIDR reafirma el compromiso del Gobierno Federal de garantizar que no haya escasez de alimentos en los platos de los brasileños, incluso frente a las presiones para aumentar la producción global”, reforzó.
La seguridad hídrica avanza en 2024
El Ministerio de Integración y Desarrollo Regional (MIDR) cerró 2024 con R$ 1,3 mil millones comprometidos a través del Nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento (Nuevo PAC). Del eje Agua para Todos, el subeje Infraestructura Hídrica, Revitalización de Cuencas Hidrográficas y Agua para quienes más la necesitan realizaron entregas históricas en todas las regiones de Brasil. La expectativa es que el departamento ejecute alrededor de R$ 4,8 mil millones más del Nuevo PAC hasta 2026.
Los destaques fueron los ramales asociados al Proyecto de Integración del Río São Francisco (PISF). Destinada a beneficiar la mesorregión rural de Paraíba, la Cordillera de la Costa alcanzó el 84% de ejecución física; la Faja Hídrica de Ceará, infraestructura de abastecimiento de agua para la región metropolitana de Fortaleza, con alrededor de 4,5 millones de habitantes, alcanzó el 80%; y el Ramal Apodi, que conectará Rio Grande do Norte con Paraíba con el túnel Major Sales, de 6,3 kilómetros de longitud, alcanzó el 68% de avance físico. “Las órdenes de trabajo están listas para iniciar el año 2025 con nuevas obras hídricas que permitan el almacenamiento y distribución de agua para la población más necesitada”, afirmó el ministro Waldez Góes.
Según el secretario nacional de Seguridad Hídrica, Giuseppe Vieira, el MIDR garantizó la actividad del sistema hídrico de las obras de integración del río São Francisco. “A través de esta infraestructura, pondremos a disposición casi 210 millones de metros cúbicos de agua en 2024. También ese año, el presidente Lula firmó la orden de servicio del Ramal Salgado, proyecto que garantizará mayor seguridad hídrica para el estado de Ceará, en especial para toda la región metropolitana de Fortaleza”, dijo el secretario. La infraestructura beneficiará a 54 municipios del estado, con alrededor de 5 millones de personas.
Programa Agua Dulce
Conocida como un período prolongado de escasas precipitaciones que resultaron en escasez de agua, la sequía estuvo intensamente presente en 2024, cerrando el año en ocho estados: Minas Gerais, Espírito Santo, Mato Grosso, Goiás, Acre, Sergipe, Piauí, Rio Grande do Norte y Ceará – en situación de emergencia actual. Información difundida por el Centro Nacional de Vigilancia y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden) este año advierte sobre la mayor sequía de la historia de Brasil.
En medio de la escasez de agua, el Programa Água Doce (PAD) puso en funcionamiento otros 100 sistemas de desalinización en nueve estados. La iniciativa de acceso al agua potable del Gobierno Federal, coordinada por el MIDR, busca establecer una política pública permanente de acceso a agua de calidad para consumo humano a través del uso sustentable de las aguas subterráneas.
Como resultado, el PAD alcanzó la marca de 1.065 sistemas implementados en 298 municipios de la región semiárida brasileña. Con una capacidad de producción de 4,2 millones de litros de agua desalinizada por día, los sistemas benefician a alrededor de 264 mil personas. Además, PAD capacita a las familias para operar los sistemas. Sólo este año, 3.195 personas fueron capacitadas a través del programa.
Revitalización de cuencas
También previsto en el Nuevo PAC, se aprobaron más de 70 acciones de revitalización en 2024, en colaboración con el comité de gestión de cuentas de Eletrobrás. Los proyectos tienen como objetivo asegurar la mejora de la calidad y la ampliación de la disponibilidad de agua en las regiones de la Cuenca del São Francisco, la Cuenca del Parnaíba y el área de influencia de los lagos de Furnas. La inversión es de más de R$ 1 mil millones, con previsión de otros R$ 5,8 mil millones en los próximos 10 años.
Fuente: Revista Cultivar