En un mensaje con tono reflexivo, el presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), Jean Pierre Antelo, convocó a dejar atrás la polarización, recuperar la visión compartida de país y transformar el desencanto en acción concreta en el bicentenario.
En el marco de la celebración de los 200 años de independencia de Bolivia, el presidente de Cainco, Jean Pierre Antelo, ofreció un discurso que se aleja de la retórica tradicional y propone un replanteamiento profundo del proyecto de país.
En su mensaje, Antelo afirmó que “Bolivia no nació una vez”, sino que ha sido el resultado de múltiples procesos, dolores y esperanzas. “Nació como todo lo vivo, entre sangre y contradicción”, sostuvo.
El líder empresarial hizo un recorrido simbólico por las distintas formas en que Bolivia ha sido construida a lo largo de los siglos: desde la lucha por la independencia hasta los actos invisibles de resistencia cotidiana.
Mencionó a los pueblos que soñaron con libertad, a los indígenas que sostuvieron a sus familias vendiendo pan, y a los exiliados que escribieron poesía lejos de casa. “La verdadera historia está escrita en piel”, dijo Antelo, en un llamado a reconocer los aportes de todos los sectores del país.
Antelo advirtió que no basta con conmemorar: “El Bicentenario no es una estatua, es un umbral”. Y planteó preguntas incómodas pero necesarias desde su perspectiva: ¿Podremos ver al otro sin convertirlo en enemigo? ¿Habrá justicia real sin desarrollo? ¿Podremos elegir un destino común más allá del caudillo o del color político?
En uno de los pasajes más potentes de su discurso, Antelo sostuvo que “la patria no es un himno, es una decisión” y que el verdadero homenaje a los 200 años de vida republicana no es repetir consignas, sino construir consensos, dialogar sin gritar y trabajar por una Bolivia que vuelva a nacer.
“La unidad no será impuesta, será elegida”, afirmó, destacando que el futuro no se hereda, sino que se sueña y se construye. Como institución con 110 años de vida, Cainco se sumó a este momento histórico recordando que el rol del sector privado también es impulsar un país más justo, innovador y cohesionado.
El mensaje cerró con un llamado a despertar. “Bolivia no está esperando nuevos héroes. Está esperando que despertemos y la hagamos latir con fuerza”. Una declaración que busca inspirar no solo a los líderes, sino a cada ciudadano, a asumir un rol activo en el rumbo del país que se proyecta más allá de la memoria.
Fuente: El Deber