La Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas (Caniob), prevé una disminución del 30% en las exportaciones de sub productos derivados de oleaginosas en la gestión 2023. Los bloqueos, la falta de barcazas y la restricción, son algunos motivos que ocasionaron la reducción de las exportaciones
Jorge Amantegui, presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), dio a conocer que, durante el primer semestre del año, las industrias han registrado muchos inconvenientes para exportar los productos derivados de la soya; toda vez que los bloqueos ocurridos en los primeros tres meses del año en el paso fronterizo Desaguadero, Perú, perjudicaron bastante en la logística de exportación.
“Tuvimos que buscar alternativas para poder llegar a Perú a través de Chile y convenios internacionales para poder viabilizar las exportaciones de productos de la cadena oleaginosa”, expresó Amantegui.
Indicó que los bloqueos de carreteras en el país, también perjudican bastante para las exportaciones. A ello, la Caniob idéntifica otro problema; la falta de barcaza en la Hidrovía Paraná-Paraguay.
“En este mes tenemos un problema en la Hidrovía Paraná- Paraguay, porque hay falta de barcazas. Yacimientos de Bolivia tiene barcazas contratadas y cargadas con carburantes en la zona de Ladario (Paraguay), por lo tanto, las industrias no tenemos la posibilidad para cargar el aceite y sacar por la Hidrovía”, mencionó Amantegui.
Agregó que las industrias enfrentan restricción a las exportaciones todos los años, toda vez que deben sacar permisos para exportación, previo abastecimiento del mercado interno. Algo que ven innecesario porque el 20% de la producción de soya de Bolivia cubre el mercado interno.
Tomando estos aspectos, la Caniob prevé una reducción del 30% de las exportaciones de productos de la cadena oleaginosa en el 2023, respecto al año 2022.
“Si el año pasado terminamos exportando 2.300 millones de dólares en sub productos de oleaginosas, si esto se mantiene así, calculamos que alrededor del 30% menos dejaremos de exportar este 2023, que significan 690 millones de dólares menos respecto al 2022”, precisó Amantegui.
El presidente de la Caniob, recordó que Bolivia exporta sub productos de soya (harina de soya, torta de soya y aceite crudo de soya), normalmente a países de la Comunidad Andina (Ecuador, Colombia, y Perú).
Las industrias compran la totalidad de la producción de soya, estimada en 2,8 millones de toneladas al año.
El precio del grano fluctúa constantemente porque se define a la cotización del mercado internacional. Las últimas compras por la Caniob, el precio pagado a los productores fue de 400 dólares la tonelada.
Las industrias financian a los productores con alrededor de 400 millones de dólares al año, que son utilizados para los insumos (semillas, agroquímicos y maquinarias).
Finalmente, la Caniob observa importante que el Gobierno autorice la utilización de semillas mejoradas, tomando en cuenta que las industrias tienen una capacidad de molienda estimada de 5 millones de toneladas al año, y la producción de soya llega a 2,8 millones de tonelada.
“Necesitamos que exista más granos para moler más. Entonces si se incrementa más la producción será bienvenido”, concluyó.
Fuente: Agro Sinergia