Las exportaciones no tradicionales crecieron de 5% en valor y 6% en volumen, impulsadas por el sector agropecuario.
El año 2025 cerrará con un escenario de crisis económica, social y productiva sin precedentes en las últimas cuatro décadas, marcado por estanflación, déficits gemelos y un deterioro sostenido del poder adquisitivo de la población. Así lo advirtió Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), al presentar el balance económico del año y los desafíos para 2026.
“El 2025 nos deja una crisis multidimensional: 11 años consecutivos de déficit fiscal, tres años seguidos de déficit comercial, subida del dólar con impacto directo en precios y costos, pérdida del poder adquisitivo de los salarios, aumento de la pobreza, crecimiento del empleo informal y una economía sumida en estanflación”, afirmó Rodríguez. El directivo precisó que el PIB cayó 2,4% al primer semestre, mientras que la inflación se aproximó al 20%, un fenómeno que —dijo— no se veía desde la crisis de los años 80.
Las causas de la debacle
Entre los factores que explican este escenario, Rodríguez enumeró los bloqueos de carreteras, la escasez de combustibles, los avasallamientos al sector agropecuario, la subida del dólar hasta Bs 20 en el mercado paralelo, las restricciones a las exportaciones, el contrabando, el incremento de costos de producción, la falta de biotecnología en el agro, la incertidumbre política por el año electoral y la ausencia de políticas de estímulo al sector empresarial.
Si bien reconoció que el abastecimiento de combustibles mejoró en las últimas semanas y que la baja del dólar podría parecer una buena noticia, advirtió que esta situación complica a exportadores e importadores. “El exportador pierde competitividad por costos internos que no bajan, mientras el importador enfrenta altos inventarios comprados con un dólar caro. A esto se suma el aumento del contrabando, que desplaza al comercio formal”, alertó.
El DS 5503 y el desafío de estabilizar la economía
Rodríguez destacó el paquete de medidas contenidas en el Decreto Supremo 5503, aprobado el 17 de diciembre, como un esfuerzo necesario del Gobierno para enfrentar problemas urgentes como los combustibles, el dólar, el déficit fiscal y la estabilización macroeconómica. “Es una medida dura, incluso para el propio sector empresarial, pero necesaria y urgente frente a la magnitud de la crisis”, sostuvo.
No obstante, remarcó que el mayor reto sigue siendo la debilidad de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central, cuya disponibilidad de dólares líquidos continúa en niveles mínimos. En ese marco, subrayó que la solución estructural pasa por generar divisas de manera sostenida, principalmente a través de exportaciones, inversión extranjera directa y repatriación de capitales.
Cinco caminos para fortalecer las reservas
Rodríguez explicó que existen solo cinco formas de fortalecer las RIN: aumentar exportaciones, reducir importaciones, atraer capitales privados, endeudarse más o recibir donaciones. “Nadie regala dólares, el endeudamiento tiene límites y bajar importaciones no es viable porque más del 80% son insumos, combustibles y bienes de capital necesarios para producir. La gran tarea es exportar más”, enfatizó.
En esa línea, instó a dar todas las facilidades al sector exportador, al que calificó como el verdadero motor para recuperar la estabilidad, generar empleo formal y sentar las bases del crecimiento.
Comercio exterior en rojo
A octubre de 2025, el comercio exterior boliviano registró un déficit de 521 millones de dólares, con exportaciones por 7.670 millones e importaciones por 8.191 millones. El año cerraría —según proyecciones del IBCE— con exportaciones cercanas a los 9.000 millones e importaciones por unos 10.000 millones, profundizando el déficit comercial.
Las exportaciones no tradicionales mostraron un desempeño positivo, con un crecimiento de 5% en valor y 6% en volumen, impulsadas por el sector agropecuario, agroindustrial y manufacturero. En contraste, las exportaciones tradicionales cayeron en volumen, arrastradas por el desplome de los hidrocarburos, que no alcanzaron siquiera los 1.000 millones de dólares.
Unidad para salir de la crisis
Finalmente, Rodríguez hizo un llamado enfático a la unidad nacional. “Sin unidad de propósito y de visión entre el sector público y privado, será imposible salir de esta crisis. Las confrontaciones estériles y los bloqueos solo empeoran la situación”, afirmó.
“El desafío es claro: pasar de la estanflación del 2025 a la estabilidad con crecimiento en 2026. No será fácil, pero es posible si hay voluntad política, responsabilidades compartidas y un compromiso real con la inversión, la producción y la exportación”, concluyó.
Fuente: El Deber
