Las unidades productivas en Santa Cruz fueron golpeadas por precios regulados que no cubren los costos, el encarecimiento de insumos y una política que, según los productores, los obliga a operar a pérdida escasez ya impacta en los mercados, donde el litro de leche supera los Bs 9, pese al control estatal.
La producción de leche en Bolivia atraviesa uno de sus momentos más críticos. En los últimos tres años, al menos 110 unidades productivas lecheras han cerrado operaciones en el departamento de Santa Cruz, una cifra que refleja la aguda crisis que afecta al sector, según denunció Eduardo Cirbián, presidente de la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple).
“Este año, ya hay 10 productores que dejaron de entregar leche a la industria”, alertó Cirbián en entrevista con Dinero 360, de EL DEBER Radio. La caída en la producción es evidente: de los 360.000 litros diarios que se producían hace unos años, actualmente apenas se entregan 242.000 litros por día desde Fedeple. La reducción representa una merma superior al 30%.
El dirigente explicó que la situación es insostenible. La combinación de precios regulados, costos de producción al alza y una política de precios que no responde a la realidad del productor ha empujado a muchos a cerrar o a reconvertirse en otros rubros más rentables, como la ganadería de carne o el cultivo de caña.
Uno de los factores clave es el precio regulado que reciben por litro de leche, fijado por una resolución biministerial en Bs 4,45 más un bono por calidad, mientras los costos de producción —según datos del mismo gobierno— bordean los Bs 5,16 por litro. Los productores aseguran que esa cifra incluso se queda corta.
La situación se agrava con la volatilidad cambiaria y el encarecimiento de los insumos importados. “El 95% de los productos veterinarios que usamos son importados. Y con el dólar a 17,48 bolivianos, los precios suben cada semana”, indicó.
Solo el forraje representa más del 50% del costo de producción, y a ello se suma el precio del maíz —entre Bs 115 y Bs 120 el quintal—, otro insumo esencial.
Subida del precio de la leche
La escasez de leche ya comienza a sentirse en los mercados. Pese a que la industria está obligada a vender la leche a 6,80 bolivianos el litro, en tiendas de barrio el precio ha escalado a 9 bolivianos, lo que, según Cirbián, responde a la falta de control estatal y a la especulación de intermediarios.
“El productor está subvencionando la leche para el pueblo, no puede ser que otros se beneficien con la diferencia”, reclamó.
La menor oferta también ha reducido las exportaciones. Mientras antes se destinaba el 29% de la producción nacional a la elaboración de leche en polvo para exportación, hoy apenas llega al 10%. “Al ser un país tan barato, lo poco que estamos produciendo se va a países vecinos”, advirtió.
Además, cuestionó la mala administración del fondo Proleche, originalmente concebido para incentivar el consumo interno y abaratar insumos.
“Presentamos un proyecto de forraje para Cochabamba y Santa Cruz, pero quedó truncado. Los recursos fueron a sectores que no aportan litros. Seguimos por debajo del consumo recomendado de leche por persona”, lamentó.
EL DEBER constató este incremento en un recorrido en barrios y mercados de la ciudad. Esta alza se produce en un momento en que el Gobierno mantiene una política activa de control de precios para este producto de la canasta básica.
Incluso algunos comerciantes indicaron que la industria está racionando el producto. “Antes me daban lo que yo pedía, ahora solo me dieron cinco bolsas, porque no están procesando mucha leche”, indicó una comerciante.
Hasta anoche el Gobierno no se pronunció por el incremento de este alimento, aunque en días pasados, sostuvo que no se justificaba el incremento del producto.
Pero la anterior semana, El viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, informó que existe la desviación del alimento en el mercado abierto. “Hemos regulado la leche al consumidor final, a 6,80 bolivianos. Ahí vamos a incrementar los controles para que el precio de la leche no suba al consumidor final más que a ese precio regulado”, dijo.
Desde Fedeple se insiste en la necesidad de una reestructuración de la política lechera nacional, que elimine los topes de precios en este alimento.
Fuente: El Deber