Los productores piden garantizar la seguridad jurídica, institucionalizar el Senasag, asegurar el libre tránsito y replantear la lista de sustancias controladas
El sector privado productivo del país como son los agroproductores, los industriales y los exportadores, sostuvieron una reunión inédita con los ministros de Desarrollo Productivo, Óscar Mario Justiniano, y de Trabajo, Édgar Morales Mamani, con quienes acordaron realizar un trabajo conjunto y coordinado para sacar a Bolivia de la crisis económica que la aqueja.
Y para que esa coordinación tenga óptimos resultados, los empresarios de estos tres grandes rubros demandan al Gobierno garantizar cuatro temas fundamentales: la seguridad jurídica para atraer inversiones, institucionalizar el Senasag, (Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria), evitar los bloqueos y garantizar el libre tránsito en los caminos y carreteras, y por último quitar de la lista de sustancias controladas a los carburantes como el diésel y otros insumos que son necesarios para la actividad agropecuaria.
El encuentro empresarial con el Gobierno central se realizó ayer en la ciudad de La Paz en ambientes de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) hasta donde llegaron representantes de “toda la institucionalidad agropecuaria nacional”, desde los ganaderos del oriente, los productores de camélidos del occidente, soyeros, cafetaleros, avícolas, arroceros, productores de miel, cacao, cítricos, bananos, en sí representantes de todo el sector productivo alimenticio.
“El campo acaba de aterrizar en La Paz, hace muchos años que el campo no se podía reunir con el Gobierno con visión de que Bolivia necesita producir, necesita abrirse al mundo”, dijo al final de la reunión el presidente de la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro), Klaus Frerking Adad.
En la reunión, que después de las presentaciones de rigor se realizó a puertas cerradas, los distintos representantes productores primero aprobaron la apertura del Gobierno del presidente Rodrigo Paz para hacer un trabajo coordinado con el sector privado productivo que garantiza los alimentos a la población.
El ministro de Desarrollo Productivo Rural y Agua, Óscar Mario Justiniano, en contacto con EL DEBER dijo que se realizará ese trabajo conjunto, entre el Gobierno y los empresarios, para garantizar, en primer orden, la seguridad alimentaria, impulsar las exportaciones y aplicar todas las medidas necesarias para sacar a Bolivia de la crisis económica que la aqueja.
“El sector productivo nacional es el que más rápido puede reaccionar ante esta crisis. El sector productivo nacional es el que siempre ha tenido el compromiso de generar un trabajo conjunto y coordinado y por eso siempre pidió que se tengan normas claras”, afirmó Justiniano.
Las demandas
A su turno, los empresarios expusieron sus preocupaciones por las varias restricciones impuestas en los gobiernos del MAS y con base en las mismas expusieron sus demandas. Los consultados por EL DEBER coincidieron en que se garantice la seguridad jurídica.
“Si nosotros contamos con reglas claras, con normas claras, si nosotros brindamos seguridad a las inversiones extranjeras, tengan por seguro que el país va a marchar de forma acelerada”, dijo a EL DEBER el presidente de la CNI, Gonzalo Morales.
El presidente de la Confeagro, Klaus Frerking, hizo énfasis en que se debe reestructurar el Senasag y también levantar las restricciones a los insumos que necesitan los productores.
“Institucionalizar totalmente el Senasag. Necesitamos un servicio sanitario que funcione, que opere que sea parte de la cadena productiva que necesitamos cada uno de nosotros como productores. Un servicio transparente”, dijo el empresario.
Agregó que es necesario quitar de las listas de sustancias controladas a los carburantes como el diésel, gasolina y querosén. También otros productos como la cal y el etanol, porque son insumos primordiales que utilizan los agropecuarios.
Otra de las preocupaciones son los bloqueos, no solo porque les impiden llevar sus productos a los grandes mercados, sino porque dañan la imagen del país y ahuyenta inversiones.
“Hay que recordar que el año pasado hemos tenido más de 200 días de bloqueos en Bolivia. Por cada día de bloqueo la industria pierde cerca de $us 13 millones”, dijo Morales.
Fuente: El Deber
