El Colegio de Ingenieros Químicos quiere evaluar la rentabilidad de la planta de biodiésel y determinar si generará ganancias o pérdidas
Tras el anuncio del ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, sobre el avance en la construcción de la planta de biodiésel 1 en la Refinería Guillermo Elder Bell, en Santa Cruz de la Sierra, el presidente del Colegio de Ingenieros Químicos, Henry Arancibia, ha solicitado a la entidad gubernamental la presentación de datos sobre el costo unitario del litro de este combustible. Esta solicitud tiene como objetivo evaluar la rentabilidad de la planta y determinar si generará ganancias o pérdidas.
Ingenieros químicos piden detalles del proyecto
Arancibia destacó la importancia de conocer los detalles del costo unitario del biodiésel, así como la fuente de materia prima utilizada en su producción. Manifestó que la falta de transparencia en estos aspectos genera incertidumbre y hace necesario que el gobierno comparta esta información con la población.
Además, el presidente del Colegio de Ingenieros Químicos expresó preocupación acerca de la cantidad de biodiésel que se pretende producir diariamente y la necesidad de una fuente confiable de materia prima. Argumentó que, a pesar de que Santa Cruz cuenta con una industria y una cadena logística establecida, el gobierno podría estar cometiendo un error al intentar romper eslabones de esta cadena, lo cual podría ser perjudicial para la industria local.
Se debe garantizar materia prima
Sugirió que el gobierno debería tener sus propias plantaciones para garantizar la disponibilidad de materia prima y evitar impactos negativos en la industria existente. Además, señaló que la falta de información sobre el diseño de la planta de biodiésel plantea inquietudes adicionales, ya que el gobierno ha adquirido la planta sin proporcionar detalles sobre su diseño y funcionamiento.
El presidente del Colegio de Ingenieros Químicos instó al gobierno a ser transparente en estos aspectos cruciales para garantizar la sostenibilidad y el éxito del proyecto de biodiésel.
Fuente: El Mundo