El invierno comienza formalmente el próximo sábado 21 de junio, coincidiendo con una semana de temperaturas relativamente cálidas en el inicio de la estación más fría del año, pero también con lluvias de baja intensidad.
Desde inicios del mes pasado hemos sostenido que el invierno de este año tendrá temperaturas por encima de lo normal, lluvias moderadas con menor frecuencia y no será tan prolongado.
Esta conclusión se sustenta en la actual fase neutra de La Niña, que es sinónimo de bajas temperaturas. Esta situación contrasta con lo ocurrido en 2024, cuando la temperatura en la capital cruceña alcanzó los 8°C, en un contexto influido por la vigencia de este fenómeno climatológico.
Asimismo, producto del excepcional y largo período pluvial de siete meses continuos, los cuerpos de agua, que incluyen quebradas, ríos, lagunas, atajados y represas, entre otros, mantienen niveles adecuados. Esto favorecerá la formación de lluvias durante el invierno de 2025 por el efecto de la vaporización, ratificando la hipótesis de un invierno no tan frío y con precipitaciones de menor frecuencia e intensidad.
Este comportamiento climático traerá beneficios importantes para el sector productivo, tanto agrícola como ganadero. Además, las heladas típicas de la temporada, que afectan principalmente a los Valles Cruceños, productores naturales de hortalizas y frutas, serán menos severas gracias a la alta humedad de la atmósfera y del suelo, que actuará como amortiguador térmico.
Asimismo, por consecuencia, los eventos de alto impacto nocivo que suelen ir juntos, como la sequía y los incendios forestales, en la actual gestión no serán tan destructivos.
Fuente: Luis Alberto Alpire, Agrometeorólogo