Hemos venido sosteniendo que el invierno 2025, no solo sería menos frío como también más corto que el 2024, en razón a que este año la neutralidad climática que impera, es decir sin la incidencia de los fenómenos El Niño o La Niña, en contraste con la pasada gestión, dónde los efectos de las bajas temperaturas ( La Niña) , implicaron en una gélida estación invernal, incluso prolongada, pero además con varios eventos de de heladas que afectaron la producción.
En el transcurso del mes de julio, generalmente el corazón del invierno ( el más frío), a excepción del inicio mismo, las temperaturas fueron extremas por solo 4 días, desde el lunes 30 de junio hasta el jueves 3, evento que se explica por los especialistas meteorológicos como una anomalía transitoria. Según los modelos climáticos actualizados, el trimestre julio- agosto- septiembre, se perfila con temperaturas superiores a lo normal, es decir mayormente cálidas, sobre todo en el oriente y chaco boliviano, con proyecciones de lluvias de baja intensidad, que acompañarán generalmente el ingreso de frentes fríos moderados.
Esta situación fué advertida con anterioridad en reportes precedentes, siempre haciendo notar que la humedad tanto en la atmósfera como en el suelo, fruto del excepcional período de lluvias ( 7 meses), sería un buen aliado para amortiguar en este 2025, la época de sequía, incendios forestales, como también de heladas, eventos que con seguridad serán de menor impacto que en el 2024.
Las precipitaciones retomarán su ritmo gradualmente en la primavera, las mismas que alcanzarán niveles de suficiente cantidad, en el verano .
Fuente: Luis Alberto Alpire, Agrometeorólogo