Santa Cruz, 29 de abril de 2025 — En una conferencia de prensa ofrecida esta mañana, representantes de la Federación Departamental de Productores de Leche de Santa Cruz (FEDEPLE), alertaron sobre la crítica situación que atraviesa la producción nacional de leche, producto esencial en la alimentación de las familias bolivianas.
“El sector está en riesgo, cada litro que dejamos de producir es una señal de alerta, nuestros
costos siguen subiendo mientras los ingresos no alcanzan”, señaló Eduardo Cirbián, presidente de FEDEPLE, advirtiendo que, de continuar esta tendencia, el país podría enfrentar un desabastecimiento creciente, obligando a importar leche a precios más elevados.
En ese contexto, anunciaron la aceptación del nuevo precio de Bs 5,16 por litro de leche, validado por el Gobierno Nacional mediante comunicación oficial del 11 de abril de 2025, a través de Pro Bolivia y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. No obstante, esta aceptación está sujeta a una condición clave: que se garantice la entrega efectiva de 1.500 toneladas mensuales de maíz subvencionado, de no cumplirse esta provisión, los productores insistirán en la necesidad de fijar el precio en Bs 6 por litro, tal como lo indican los costos iniciales del sector.
“El reajuste implica un sacrificio: hemos renunciado a tareas necesarias como la renovación de pasturas, la depreciación de nuestros activos y hasta al salario del propio productor”, manifestó.
Asimismo, expresó su preocupación por la Resolución Bi-Ministerial que fija los precios de la leche, calificándola como una “camisa de fuerza” que actualmente impide la sostenibilidad de la producción.
Los representantes del sector enfatizaron que su demanda es técnica y legítima, no responde a intereses políticos ni partidarios. “No pedimos privilegios, exigimos condiciones justas para seguir produciendo, necesitamos que el precio cubra al menos nuestros costos reales”, señalaron, instando a la industria láctea a asumir también su responsabilidad y sumarse al diálogo para construir soluciones sostenibles.
“Seguimos trabajando todos los días bajo el sol, la lluvia y la incertidumbre para llevar leche
a las mesas de nuestra gente, solo pedimos ser escuchados”, finalizó Cirbián.
Durante la conferencia, el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Klaus Frerking, realizó una contundente intervención, señalando que “la lechería en Bolivia se apaga, netamente por un tema de intervención del mercado.
El Gobierno regula el precio final del producto y eso repercute directamente en los productores”.
“Si el propio Gobierno reconoce un costo de producción de Bs 5,16 por litro, ¿por qué se nos ofrece Bs 4? ¿Quién asume esa diferencia? Desde el escritorio se plantean soluciones que no reflejan la realidad del campo. Invitamos a las autoridades a visitar nuestras unidades productivas, a ver cómo trabajamos y qué dificultades enfrentamos”, afirmó.
Frerking explicó que el sector enfrenta incrementos drásticos en insumos clave: “Por ejemplo, un pomo de mastitis que costaba Bs 9,80 hoy vale Bs 26, no hay relación entre el precio de venta y el costo de producción, si el Gobierno y la industria no toman medidas urgentes, el sector seguirá apagándose”.
Advirtió que muchas unidades productivas ya han cerrado: “En Santa Cruz, en el último
tiempo, se han cerrado al menos 100 lecherías, esto significa pérdida de empleos y un riesgo
real de convertirnos en importadores de leche”.
Finalmente, sostuvo que la solución debe surgir de una relación directa entre productores e industria, sin imposiciones estatales: “Las resoluciones bi-ministeriales que obligan a vender a un precio fijo ya no funcionan, necesitamos que el mercado determine el precio y que se deje de intervenir de forma perjudicial. Bolivia aún es soberana en la producción de leche, pero con mucho esfuerzo, si no cambian las señales, no habrá futuro para la lechería nacional”.
Fuente: Fedeple