La cosecha de trigo 24/25 en Brasil y Argentina es sumamente importante para ambos países. De hecho, mantienen una importante relación comercial: los argentinos son los principales proveedores de trigo de los brasileños.
Hay innumerables variables que pueden afectar al mercado del trigo en estas dos naciones. Los desafíos climáticos y la propia oferta de Rusia afectan los precios y la toma de decisiones de los agricultores en todo el mundo.
Los expertos de Hedgepoint Global Markets, Sol Arcidiacono, Head de Granos LATAM, Andrey Cirolini, Gerente de Relaciones, y Alef Dias, Analista de Inteligencia de Mercado, explican las principales perspectivas para la cosecha de trigo en Brasil y Argentina,
Producción rusa influye en la cosecha de trigo de Brasil y Argentina
Para entender el escenario del mercado de trigo en Brasil y Argentina, es necesario comprender la situación de la cosecha en Rusia. Rusia es el mayor exportador de este commodity del planeta.
Las condiciones para el ciclo de inverno en el hemisferio norte fueron muy positivas en los últimos dos meses. Se estima un buen volumen de exportación, alrededor de 50 millones de toneladas, con una gran oferta y un aumento de la superficie plantada. Sin embargo, el clima de la región está cambiando y hay preocupaciones sobre la humedad del suelo:
“En Rusia empezó a llover menos, con periodos de sequía. En general, todavía tenemos indicios de buenos insumos para el ciclo 24/25, pero puede haber un cambio en las próximas semanas y meses”, explica Alef Dias.
En la Unión Europea se registraron fuertes lluvias a fines de 2023 y principios de 2024. La dinámica comercial de países como Rumania y Bulgaria se vio comprometida, al igual que una significativa reducción en la siembra de trigo en Francia.
Brasil: menor superficie plantada y riesgos climáticos
La catástrofe climática en Rio Grande do Sul no dejó ninguna referencia de precios para el trigo brasileño. En cuanto a la nueva cosecha, aún hay tiempo para sembrar después que las condiciones meteorológicas y logísticas vuelvan a la normalidad.
Sin embargo, con el fin del fenómeno de El Niño en Brasil y la probabilidad de La Niña durante el invierno, la producción avanza hacia un momento de transición. En este contexto, puede darse la siguiente situación:
“Existe el riesgo de más sequía durante el período de establecimiento de la cosecha. No obstante, hay menos posibilidades de que llueva mucho, sobre todo en la época de la cosecha. Esto es lo que vimos el año pasado en Rio Grande do Sul”, explica Cirolini.
Otro aspecto a destacar es la reducción de la superficie sembrada de trigo en el país. La Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) proyecta una caída promedio del 4,7% en la superficie sembrada en comparación con la campaña anterior. La caída se debe principalmente a que Rio Grande do Sul y Paraná, redujeron el área en alrededor de 100 mil hectáreas.
“En 2023, los productores enfrentaron muchas lluvias durante la cosecha, con pérdida de cantidad y calidad del trigo. Con un escenario global de mucha oferta de trigo, no hubo compensación en los precios, lo que resultó en una menor competitividad”, dice el gerente de Relaciones de Hedgepoint.
Rio Grande do Sul actualmente vive la mayor tragedia climática de la historia. Será esencial monitorear las repercusiones de los recientes acontecimientos y cómo afectarán a la producción de trigo.
“El período normal de siembra en el sur es a mediados de junio. Por lo tanto, esperamos que los productores no se vean seriamente afectados”, dice Cirolini.
Alef Dias también subraya la importancia de analizar cómo las inundaciones afectarán a la superficie sembrada:
“Tendremos que analizar cómo las condiciones climáticas en Rio Grande do Sul afectarán la superficie plantada. Inicialmente se esperaba una superficie plantada menor, pero con mejor productividad, lo que genera una compensación en la producción total”, explica.
Argentina: recuperación de la humedad del suelo trae buenas perspectivas
Argentina es el principal productor de trigo de América del Sur. Según Sol Arcidiacono, la recuperación de la humedad del suelo y la reducción de los precios de los fertilizantes refuerzan las expectativas de una buena cosecha:
“Este es un gran comienzo. También vimos una caída en el precio de la urea, que se utiliza para fertilizar el trigo. Estos dos aspectos son fundamentales para calcular el margen del productor, que define las intenciones de siembra”, afirma.
La tardía activación de El Niño provocó abundantes lluvias durante marzo y abril en toda la zona agrícola del país. Como resultado, se espera que las reservas del perfil se recuperen drásticamente.
Más cerca de la fase de siembra, apoyada también por la buena recuperación observada en los precios internacionales, Argentina espera ver algún aumento de la superficie, más cerca de un récord. La última cifra oficial se revisó a 6,20 M has (Bolsa de Cereales), desde la idea preliminar de 5,9 M, ya que las condiciones de mercado y el clima han favorecido a los agricultores en su decisión de siembra
Los productores argentinos se preparan para comenzar la siembra en junio. A continuación, analizan la humedad, los precios mundiales del trigo y el precio de los insumos:
“Ante el actual escenario, esperamos alrededor de un 50% más de recuperación de la producción argentina respecto al año anterior, que fue de 12 millones de toneladas, y esto impulsaría la participación exportadora, con la necesidad de buscar destinos adicionales a Brasil”, dijo Arcidiacono.
Además, existe la posibilidad de que el área sembrada con maíz disminuya debido a los posibles efectos de La Niña, ya que estos pueden ser más intensos en este cultivo. Esto es un incentivo para aumentar la siembra de trigo y soja durante el final de la primavera/verano.
En este sentido, el clima y la rentabilidad económica crean un panorama complejo para que los productores decidan si quieren sembrar trigo.
¿Cuál es la relación entre los mercados de trigo brasileño y argentino?
La evolución de la cosecha de trigo brasileña influye en los agricultores argentinos, ya que pueden verse en desventaja competitiva si la producción brasileña es sustancialmente mayor. Otro factor es el crecimiento de las importaciones de trigo ruso en Brasil.Desde que Argentina presentó una caída significativa en su cosecha de trigo de 2023, Rusia se convirtió en el segundo principal proveedor de este commodity para Brasil, aumentando su participación.
Si Brasil compra menos trigo argentino, los productores argentinos podrían ampliar sus ventas a países como Indonesia, Vietnam y Filipinas. En otras palabras, competirían con Rusia y otros países de la región del Mar Negro con precios históricamente más bajos:
“Por ejemplo, en los últimos dos años Brasil tuvo una cosecha récord, por tanto, compensaron la menor oferta de Argentina”, explica la Head de Granos LATAM de Hedgepoint.
Fuente: Hedgepoint Global Markets