Por Camila Betancurt Santana
Paraguay es uno de los países que se dispone a producir trigo modificado genéticamente, más resistente a la sequía. El representante de los exportadores cerealeros Hugo Pastore aseguró a Sputnik que esta variedad transgénica «es importante, particularmente para ciertas regiones del país donde se dan condiciones de muy poca precipitación».
En el último mes de mayo, Paraguay se convirtió en el tercer país en autorizar la comercialización de trigo transgénico HB4, luego de que Brasil y Argentina tomaran iniciativas en ese sentido.
La decisión del Ministerio de Agricultura y Ganadería paraguayo estuvo motivada por la solicitud del Instituto de Agrobiotecnología Rosario S.A. (Indear), empresa del grupo Bioceres, que trabajó junto con investigadores argentinos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) para el desarrollo de semillas más tolerantes a la sequía.
«Lo que está aprobado es el evento, hoy todavía no se está sembrando. Hay que ir desarrollando las variedades que tengan el gen, algo que creemos importante particularmente para ciertas regiones del país donde se dan condiciones de muy poca precipitación en la época de desarrollo del cultivo», explicó a Sputnik el magíster en Economía agrícola, Hugo Pastore.
El también director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) sostuvo que «ya hay todo un trabajo de desarrollo tecnológico» en el país, que lo llevó de ser un importador neto de trigo a convertirse en exportador.
En las últimas cuatro décadas, Paraguay aumentó unas 40 veces su producción de trigo, con una producción anual que llega en la actualidad al millón de toneladas. Este crecimiento le valió la autosuficiencia interna y posicionó al país como un exportador a pequeña escala.
No obstante los números de éxito, esta variedad de trigo transgénico supone una solución a un problema recurrente en la región. La tecnología HB4 busca soluciones para la actividad agropecuaria ante situaciones de sequía, cada vez más frecuentes, producto del cambio climático mundial.
Impactos a nivel económico
De acuerdo al Conicet, la tecnología HB4, desarrollada en Argentina y considerada pionera a nivel mundial, permite obtener semillas más tolerantes a la sequía que logran minimizar las pérdidas de la producción y mejora la capacidad adaptativa de los cultivos
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A su vez, esta tecnología podría mejorar el rendimiento del cultivo por hectárea, y en condiciones de sequía la producción es un 20% superior a lo habitual con otros tipos de grano, de acuerdo con investigaciones realizadas por Indear.
A nivel comercial, la producción de esta semilla no sería un obstáculo. Brasil, principal comprador del trigo paraguayo, aprobó también de forma definitiva el cultivo, la importación y la venta de esta variedad genéticamente modificada en marzo de 2023.
El gigante suramericano ya había mostrado avances en esta materia en 2021, cuando autorizó la comercialización, aunque en forma de harina, de esta clase de trigo.
En ese sentido, para Pastore es fundamental que los países con los que se busque comercializar compartan un marco regulatorio
«Tenemos el cuidado de que las tecnologías que se vayan agregando al menú disponible para el productor sean tecnologías que también estén aprobadas en los países de destino. Es importante que los mercados reciban lo que nosotros producimos», aseguró Pastore.
El empleo de este tipo de trigo tendría impactos a nivel económico para el experto: generaría una mayor oferta y garantizaría el abastecimiento del grano para la demanda interna, lo que daría tranquilidad en términos de seguridad alimentaria.
A su vez, potenciaría el rol exportador del país, que, además de comerciar trigo al exterior, se ha vuelto un vendedor de productos industriales derivados como galletas, harinas y fideos.
«Paraguay es un país que tiene libertad de movimiento de monedas, entonces la entrada de divisas siempre es importante», sostuvo el experto.
Beneficios del trigo HB4
A los ojos de Pastore, disponer de este tipo de tecnologías le brindan al productor mejores condiciones para enfrentar las eventuales situaciones de clima.
Con temperaturas de un clima tropical a subtropical, Paraguay alcanza los 35 grados en verano y puede llegar a tener inviernos cálidos con hasta 20 grados. De acuerdo al experto, el país tiene pocas precipitaciones y habitualmente presenta fuertes días de calor en invierno, así como episodios muy repentinos de frío.
«Tener materiales que se adapten mejor a esas condiciones y en regiones donde a hay menos precipitaciones puede traer un crecimiento más importante al cultivo y generar con eso nuevos polos de desarrollo, nuevas regiones importantes para el cultivo y seguir teniendo mayor volumen de producción y saldos a exportar», concluyó Pastore.
Fuente: Sputnik Mundo.