El domingo 26 de mayo durante la madrugada, la temperatura mínima se situó próxima a 0 °C en municipios de la provincia Vallegrande, ratificando en los hechos lo que venimos sosteniendo, que el inmediato invierno será mucho más frío que el del pasado año, que estuvo bajo los efectos del fenómeno El Niño, sinónimo de altas temperaturas. Por tanto sin la afectación de nevadas y heladas que comúnmente ha incidido negativamente en la producción de alimentos, con la excepción de un evento de poco impacto a fines de junio del 2023, antes de la vigencia oficial determinada por la Organización Meteorológica Mundial ( OMM) con sede en Ginebra-Suiza, el 4 de julio del anterior año.
Bajísimas temperaturas, 26 días antes del inicio formal del invierno (21 de junio), genera la presunción inequívoca de la helada estación invernal que se avecina, implicando asumir inicialmente medidas preventivas en la protección de los cultivos agrícolas como frutales, fumigando con fertilizante foliar potásico la planta, previo a la ocurrencia de la disminución de los índices del ambiente, tanto mínimos como extremos, evitando así su debilitamiento y por ende su desarrollo normal.
Asimismo, ante la recurrencia de frentes fríos con temperaturas mínimas cada vez más extremas, principalmente en la segunda quincena de junio como durante el mes de julio, que seguramente estarán por debajo de 10 °C en la capital cruceña y – O °C en los Valles Cruceños, como Cordillera, correspondiendo por tanto como método eficaz para mitigar los efectos altamente nocivos de las heladas, implementar sistemas de riego por aspersión, accionándolo a partir de la media noche cuando se prevé estén por debajo de 0 °C, para evitar la quema del cultivo, impidiendo así no afectar la economía del productor, además del aprovisionamiento de alimentos para los cruceños y bolivianos.
Fuente: Luis Alberto Alpire, Agrometeorólogo