El uso de biotecnología es un pedido de los productores agrícolas desde hace muchos años. Al no ser aprobada por el Gobierno, muchos productores vienen usando semillas mejoradas de soya de manera ilegal. Según la Asociación de Productores de Semillas (Asosemillas), en la actualidad solo el 30% de la siembra de verano de soya se realizará con semillas certificadas.
Pedro Pellegrino, presidente de Asosemillas, comentó que el contrabando de semillas viene afectando de sobre manera a las empresas de semillas legalmente establecidas, hecho que les preocupa bastante y por eso ven importante que el tema sea tomado en cuenta por entidades del Gobierno.
Indicó que el contrabando de semillas mejoradas de soya en el país, ha ocasionado que las empresas ya no hagan mucha investigación en nuevas variedades, aspecto que se evidencia en menos disponibilidad de semillas certificadas para la campaña de verano 2023-2024.
Antes el 70% de la siembra de soya se realizaba con semillas certificadas
Pellegrino manifestó que cuando existía la Oficina Regional de Semillas en el año 2011, los productores usaban el 70% de semillas certificadas de soya en las campañas agrícolas; pero desde el 2016 con el ingreso de variedades de soya transgénica de manera ilegal descendió su uso, hasta el punto que según datos oficiales del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), las semillas certificadas de soya solo cubrirían el 30% del área proyectada de soya en la campaña de verano 2023-2024.
“El área de soya que se va sembrar versus la oferta de semillas certificadas de soya, no llegaría ni al 30%. O sea que se ha revertido el uso de semillas certificadas de soya con relación a años anteriores”, expresó Pellegrino.
Dio a conocer que existen soya y maíz transgénicos sembrados en las Chiquitania y otras zonas, que ingresan de contrabando desde Argentina y Paraguay.
Las empresas de semillas se sienten afectadas, toda vez que el contrabando no sólo va en desmedro de las empresas legalmente establecidas, sino también de los productores; tomando en cuenta que el aumento de la producción es en base al desarrollo genético, además que el usar semillas de dudosa procedencia incide en menos rendimientos del grano en el campo.
Mientras no se autoricen las semillas mejoradas el contrabando persistirá
Por su parte Paola Román, gerente general de la semillera Agroavanti, expresó su preocupación por el contrabando de semillas, algo que, según ella, dicha actividad seguirá realizándose mientras el Gobierno no autorice la utilización de semillas genéticamente mejoradas de manera legal.
“Mientras no se legalice el uso de transgénicos en Bolivia, esto nunca va acabar. Actualmente ingresan semillas ilegales, que no están autorizadas su uso”, expresó Román, quien considera que las instituciones como el Iniaf y Senasag deben realizar mayor control de los productos que ingresan de contrabando.
Román alertó a aquellos productores que usan semillas ilegales va en contra de su economía, toda vez que al ser materiales de dudosa procedencia no obtendrán buenos resultados en el campo.
Indicó que los materiales utilizados por algunos productores, son los eventos BT que ingresan de Argentina, que se desconoce su información técnica y por tanto no deberían ser sembrados por los productores.
Al igual que Pellegrino, la profesional comentó que solo el 30% del área cultivada de soya se hace con semillas certificadas.
Reuniones con entidades de Gobierno no han dado buenos resultados
Recordó que se han realizado muchas reuniones con personal del Iniaf, Senasag y La Aduana; pero no lograron importantes avances en la lucha contra el contrabando.
Cinacruz observa que el contrabando desanima a las empresas privadas en realizar inversiones
Entre tanto Mirko Matef, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Cruz (Cinacruz), señaló que el contrabando es un mal que afecta a las empresas y es muy difícil de controlar.
“El contrabando de semillas es muy desastroso para la economía del país, porque hay mucha fuga de divisas. Sin ningún nos llegan materiales que no están certificados y muchas veces los mismos agricultores son engañados con semillas y agroquímicos”, expresó Matef.
Matef observa que el contrabando de semillas y agroquímicos desanima mucho a las empresas legalmente establecidas, toda vez que este hecho afecta bastante y genera millones de pérdidas a las empresas. Además, indicó que ello implicaría menos inversiones por las empresas privadas en insumos agrícolas.
Anapo estima 1,2 millones de hectáreas de soya en el verano 2023-2024
Según las estimaciones de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), en la la campaña de verano 2023-2024 se llegue a sembrar más de 1,2 millones de hectáreas de soya en las zonas productivas del departamento.
Las empresas semilleras no pueden medir cuanto les afecta el contrabando, aunque indican que son millones de dólares en los últimos años. Este hecho ilegal ha ocasionado que las empresas e instituciones de investigación hayan reducido personal de investigación y de producción.
Asosemillas aglutina a 14 empresas semilleras que hacen genética, son obtentoras, multiplicadoras de semillas y prestadores de servicios.
Fuente: Agro Sinergia