Las importaciones de combustibles y las exportaciones de soya se suspendieron desde la semana pasada. Las navieras indican que operan al 60% de su capacidad y piden el dragado del Canal Tamengo
Las actividades de las navieras que operan en la Hidrovía Paraguay-Paraná hacia los puertos bolivianos fueron suspendidas la semana pasada, debido a la bajante de agua en todo el sistema hídrico, que afecta el acceso de las barcazas por el Canal Tamengo, donde Bolivia cuenta con tres puertos para la importación de productos como diésel y gasolina, y la exportación de soya y sus derivados.
Hugo Dalence, representante de la naviera Líneas Panchita G de Navegación, confirmó a EL DEBER que la empresa suspendió sus operaciones de transporte fluvial debido a que el nivel del agua impide navegar a las barcazas con la carga suficiente que justifique la inversión en el transporte.
“La suspensión es progresiva, conforme el nivel de agua sea navegable seguimos operando, hasta un nivel de 6 a 7 pies, dependiendo de la terminal portuaria y el producto. Abajo de esos niveles no es viable operativamente el transporte por el Canal Tamengo, y similar restricción, más al sur del río Paraguay. El inicio de bajante empezó en finales de mayo e inicios de junio 2024”, indicó.
De acuerdo con datos de la Marina de Brasil y de la Dirección de Meteorología e Hidrología de Paraguay, el punto más bajo se registró el viernes en Asunción, con -0,01 metros en el río Paraguay, mientras que en Puerto Ladario -en territorio brasileño-, el más cercano a Puerto Quijarro, el nivel bajó a 0,69 metros. Sin embargo, la diferencia, en el territorio paraguayo, es que se han realizado trabajos de dragado y es navegable.
Según Dalence, en la hidrovía existen operadores fluviales con banderas paraguaya, argentina o brasileña, de los cuales unos cinco llegan hasta puertos bolivianos. Estimó que se podrá navegar cuando se reanuden las lluvias y empiece a subir el nivel del agua, en diciembre o enero del próximo año, por lo menos en la cuenca alta del Río Paraguay.
Por su parte, Enrique Notta, representante para Bolivia y Brasil de la naviera Inter Barge, señaló que actualmente las barcazas cargan al 60% de su capacidad y la última operación con puertos bolivianos se realizó hace 10 días y ya no es posible se puede navegar por el Canal Tamengo. Sin embargo, la empresa continúa operando con transporte de mineral desde Puerto Ladario y Puerto Busch, donde todavía se puede navegar con las restricciones por el calado.
“Se termina suspendiendo la navegación (hasta puertos bolivianos) porque las cuentas no terminan cerrando y el valor por tonelada se termina elevando, y llega un punto en el que el exportador dice que prefiere almacenar la carga hasta que mejore el nivel del río”, manifestó Notta.
Al mismo tiempo, lamentó que a causa de la falta de lluvias, en el primer trimestre de 2024 se transportaron 135.628 toneladas, un 50% de lo que se transportó en el mismo periodo de 2023, cuando se operó con 294.244 toneladas.
“Contra la naturaleza no podemos hacer nada, pero lo que sí está a nuestro alcance son las obras de dragado necesarias, como está haciendo Paraguay y que Brasil también está desarrollando a través de concesionarios. Tenemos que aprovechar que el tema ya está nuevamente en la agenda bilateral con Brasil”, expresó.
EL DEBER solicitó a YPFB información sobre los planes de contingencia que está tomando para la importación de combustibles, pero no pudo obtener respuesta. Sin embargo, una fuente ligada al sector logístico, indicó que el 70% de combustibles que ingresa al año al oriente boliviano, lo hace por la hidrovía y el Canal Tamengo.
Fuente: El Deber