El dirigente de la Federación Nacional de Avicultores, Winston Ortiz, denunció que la tonelada de harina de soya se comercializa hasta en 620 dólares la tonelada en el mercado negro, 234 dólares más que el precio fijado por el Gobierno.
El presidente de la Federación Nacional de Avicultores, Winston Ortiz, ha denunciado una grave especulación con la harina de soya, un insumo crucial para el sector avícola. Aunque el Gobierno ha fijado un precio base de 386 dólares por tonelada en colaboración con la industria oleaginosa, esta última no está cumpliendo con los cupos establecidos, lo que dificulta la producción avícola.
Ortiz señaló que, mientras el sector oleaginoso alega no contar con suficiente producción para satisfacer la demanda del sector avícola, en el mercado negro abunda la harina de soya, pero a precios mucho más elevados, alcanzando hasta los 620 dólares por tonelada.
La discrepancia entre la producción nacional de soya, que alcanza cerca de un millón de toneladas al año en Bolivia, y su disponibilidad en el mercado interno, genera incertidumbre entre los productores avícolas.
El dirigente ha expresado su preocupación por esta situación, indicando que la falta de entrega de este insumo compromete seriamente la seguridad alimentaria del país. Ante la falta de respuesta por parte de los proveedores, Ortiz ha afirmado que se verán obligados a tomar medidas ante lo que considera una burla por parte del sector industrial.
Este problema no solo afecta a los productores, sino también a los consumidores, quienes enfrentan un incremento en los precios de los productos avícolas.
Ortiz ha destacado la necesidad de una coordinación entre el gobierno, los industriales y los agricultores para asegurar un suministro adecuado de harina de soya al sector avícola. La inacción de los proveedores podría poner en peligro la seguridad alimentaria del país, por lo que es urgente abordar este problema. Finalmente, Ortiz hace un llamado a los industriales y empresas aceiteras para que no retengan la harina de soya con fines de exportación, ya que esto afecta negativamente a la producción nacional y compromete el abastecimiento alimentario del país.
Fuente: El Mundo