Las industrias estiman cerrar el año con una disminución de $us 600 millones. La Caniob informó que la caída de la producción de soya limitó el procesamiento y la exportación de derivados de soya
El presidente de la Cámara de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), Jorge Amantegui, alertó que el sector dejó de exportar subproductos como harina y aceite de soya por un valor de $us 350 millones al primer semestre de la presente gestión, escenario que refleja una tendencia a acentuarse y que pone en jaque a la labor industrial.
“Hasta junio de este año, en comparación con el año pasado, tenemos alrededor de $us 350 millones menos de exportación de harinas y aceite”, sostuvo el ejecutivo en entrevista con Canal Rural, al referir que se prevé cerrar el año con una caída que alcance los $us 600 millones.
De acuerdo con el reporte, la escasez de diésel también golpea a este sector, ya que dio lugar al encarecimiento de los costos logísticos, así como la disminución del nivel del agua en la hidrovía Paraguay – Paraná lo que lleva a la empresas exportadoras a buscar otras vías para cumplir con los compromisos de exportación.
Ante la falta de materia prima, las plantas en cualquier momento van a tener que dejar de producir si no les entra más grano de soya, según Amantegui. Si bien el mercado interno está cubierto para responder a la demanda del sector pecuario, la molienda no se llevará delante de manera normal si es que no se asumen medidas para garantizar la labor industrial.
La sequía en Bolivia causó una pérdida de 800.000 toneladas de soya que repercute en el descenso de la exportación del grano y sus derivados a los mercados externos, de acuerdo la información reflejada por la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), desde donde vienen advirtiendo que el sector soyero atraviesa el peor momento de los últimos 30 años.
“Con ese déficit de materia prima de aproximadamente 800.000 toneladas menos de grano de producción del sector primario, vamos a llegar a tener menos exportaciones en alrededor de $us 600 millones. Lo que es perjudicial para nuestras industrias, también es perjudicial para la economía boliviana, porque son menos divisas que ingresan al país”, enfatizó el dirigente.
Amantegui acotó que hay compromisos para que los subproductos de la soya puedan llegar a mercados externos y tampoco existe suficientes infraestructuras para el acopio de la producción del sector industrial.
Fuente: Unitel