Se podrían habilitar nuevas zonas trigueras, pero se requieren materiales que se adapten a los suelos.
Según las proyecciones del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Bolivia (CIAB), en la campaña de invierno 2025 solo se cultivarían 80.000 hectáreas de trigo en el departamento de Santa Cruz. Si bien hay un potencial para sembrar hasta 300.000 hectáreas, pero se requieren políticas de Estado que incentiven al sector.
Juvenal Bonilla, presidente del CIAB, en entrevista con Agro Sinergia, informó que las proyecciones de siembra de trigo durante el invierno 2025 es de aproximadamente 80.000 hectáreas, debido principalmente porque no existe la suficiente cantidad de semillas certificadas por el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf).
La demanda nacional es de aproximadamente 800.000 toneladas de trigo y debido a las condiciones favorables se podrían obtener un rendimiento de 2 toneladas por hectárea, con lo cual se obtendrían 160.000 toneladas de trigo.
“Con esta cantidad solo cubrirá el 25% de la demanda interna de trigo”, indicó Bonilla.
Observa que no existe la suficiente cantidad de semillas certificadas de trigo, porque no hay motivación de los productores por apostar por dicho cultivo. Considera que los bajos precios de trigo y las condiciones climáticas desfavorables inciden para que caiga el área en las zonas productivas.
Bolivia tiene potencial para sembrar 300 mil hectáreas de trigo
El presidente el CIAB ve que Bolivia tiene un gran potencial para sembrar trigo, principalmente en el oriente; pero los productores necesitan políticas de incentivos.
“Hay áreas donde se puede sembrar trigo, en los casos de Pailón Sur, Cuatro Cañadas y Okinawa, donde podríamos llegar a sembrar hasta 300.000 hectáreas en los próximos años”, expresó Bonilla.
Comentó que para ampliar la superficie de trigo se deben adaptar variedades en algunas zonas productivas. Por ejemplo, sacar nuevos materiales tolerantes a la Pyricularia, de ciclo más corto y con tolerancia al desgrane.
Además, se debe trabajar haciendo un manejo adecuado en el control de plagas, enfermedades y malezas. Incursionar más en la fertilización para incrementar los rendimientos del cultivo.
Nuevas zonas
Bonilla indicó también que se pueden buscar nuevas zonas para sembrar trigo y una alternativa es la Chiquitania.
“La Chiquitania podría ser también otra región para sembrar trigo en época más temprana. Hay mucha área para crecer en el departamento de Santa Cruz”, manifestó.

A estos factores, el Gobierno debe incentivar a los productores; como ser la disminución de las importaciones de harina y trigo del exterior. Además de dar incentivos al sector, como ser rebaja de aranceles de maquinarias, otorgar seguro al productor trigo y establecer un precio al inicio de la siembra.
Bonilla recordó que el Colegio de Agrónomos e intuiciones del agro como Anapo, vienen solicitando al Gobierno políticas publicas favorables para incentivar la producción de trigo y abastecer la demanda nacional; pero lamentablemente no se logró ningún avance.
Costos de producción
Se estima que el costo de producción bordea entre 550 a 600 dólares la hectárea, siendo los costos las semillas y agroquímicos.
El promedio de rendimiento de trigo es de 1,5 toneladas por hectárea, muy bajo respecto a Argentina que produce entre 4 a 5 toneladas por hectárea.
“El rendimiento pasa por mejoramiento genético, buscar materiales que se adapten mejor al clima de Santa Cruz. En Brasil hay materiales muy productivos, donde se obtienen hasta 4 toneladas”, indicó Bonilla.
Fuente: Agro Sinergia