Las buenas condiciones de humedad en el actual ciclo de verano, con un avance del 90% en la recolección de soya, que mínimamente alcanzará los 2.5 millones de toneladas de producción, son suficientes para cubrir la demanda interna de 800 mil toneladas, además de propiciar la exportación de más de 1.6 millones de toneladas. Lamentablemente, la insuficiente y tardía medida del Gobierno Nacional, de solamente autorizar recientemente 250 mil toneladas del grano de oro con destino al mercado internacional, lejos de ser un beneficio para el productor castigado en las dos campañas agrícolas de 2024, con pérdidas de cosecha de 2.3 millones de toneladas de granos de soya, maíz, sorgo, girasol, trigo y chía, derivadas de sequías e inundaciones, además de la falta de diésel, generó, contrariamente, un perjuicio en el precio de pago de $us 40 menos por tonelada de soya en el país.
Si el veto a las exportaciones del grano de oro es un tremendo error del Gobierno Nacional en circunstancias de la grave crisis económica que vivimos actualmente, que se refleja en alta inflación y severa escasez de divisas, imperando por tanto la necesidad de promover condiciones que incentiven la producción y generación de excedentes exportables. Corresponde que nuestros gobernantes asuman la decisión de liberar plenamente la exportación de soya y derivados, que en un año complejo como el 2024, se comercializó a otros países por un valor de $us 984.3 millones.
El escenario actual es positivo, fruto del excepcional período de lluvias en este 2025. Las exportaciones de soya y derivados podrían superar los $us 1.500 millones en en esta gestión, impulsando el ingreso de divisas, reactivando el aparato productivo, generando empleos, etc., justo cuando más se necesita, en una economía en crisis.
Liberar Exportaciones de Soya y Carne: La Llave para Reactivar Bolivia
Concluimos ratificando que el Gobierno Nacional sigue equivocado, porque, en vez de asumir medidas insuficientes como la autorización parcial de 250 mil toneladas de soya para exportar, debería liberar la comercialización internacional sin restricciones, no solo del grano de oro, sino también de la carne bovina y derivados, que en un año complejo como 2024 vendió a otros países por un valor de $us 245 millones.
Fuente: Luis Alberto Alpire, Economista y Agrometeorólogo