La Chiquitania se ha convertido en una zona importante de expansión agrícola. Se estima que en los siguientes años se cultiven hasta un millón de hectáreas de soya en la Chiquitania.
Con la puesta en marcha del proyecto de biocombustibles por el Gobierno, el país necesita mayor producción de soya para cubrir la demanda requerida. El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Bolivia (CIAB), observa que la Chiquitania tiene un potencial importante para ampliar la superficie de soya hasta un millón de hectáreas en los siguientes años.
Juvenal Bonilla, presidente del CIAB, en entrevista con Agro Sinergia, observa con buenos ojos la iniciativa del Gobierno de apostar por la producción de biocombustibles en el país, algo que supondrá contar con combustibles amigables con el medio ambiente.
Comentó que el etanol y el biodiésel serán utilizados por el parque automotriz del Bolivia. Empero analiza que para disponer con la materia prima que requieren las plantas de biodiésel, se debería planificarse con anticipación, toda vez que los cultivos más utilizados para este fin no se encuentran en nuestro país.
“Como el caso de palma africana, el piñón, cultivos que no tenemos en el país. Por eso nos obligan a utilizar la única materia prima, que es la soya”, expresó Bonilla.
Recordó que el Gobierno tiene la intención de implementar tres plantas de biodiésel en el país; de las cuales recientemente fue inaugurada una en la refinería de Palmasola en Santa Cruz.

Se requieren 600 mil toneladas de soya para cubrir demanda de biodiésel
En ese sentido, Bonilla indicó que se necesitarán alrededor de 250.000 a 300.000 más hectáreas de soya, considerando que el rendimiento promedio de soya es de 2 toneladas por hectárea.
“Se necesitan 600.000 toneladas de soya para abastecer la demanda del mercado existente y la demanda de la producción de biodiésel”, afirmó Bonilla.
Comentó que los productores pueden cubrir la demanda para las plantas de biodiésel; pero eso implicaría aumentando la productividad en la misma superficie, con técnicas de fertilización, y con la utilización de biotecnología en los cultivos.
La otra alternativa para aumentar la producción de soya, analizado por el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Bolivia, es avanzar en el crecimiento de la frontera agrícola, y donde identifican el potencial del sector agrícola se concentra en la Chiquitania del departamento de Santa Cruz.
Según el PLUS el área agrícola puede crecer hasta 5,2 millones de hectáreas
“Los estudios del Colegio de Agrónomos que hemos hecho en Santa Cruz, nos han demostrado que podemos crecer en soya en 3 millones de hectáreas, es decir el doble de lo que actualmente sembramos”, explicó Bonilla, quien agregó que según el Plan de Uso de Suelos (PLUS), el sector agrícola puede crecer 5,2 millones de hectáreas.

En la Chiquitania se pueden habilitar un millón de hectáreas
Precisó que la zona con mayor potencial es la Chiquitania, porque se pueden habilitar un millón de hectáreas de soya.
“El estudio que hicimos en el Colegio de Agrónomos nos muestran que el millón de hectáreas en la Chiquitania pueden cultivarse en los municipios de San Ignacio de Velasco, San Miguel, San Rafael, Concepción y San José de Chiquitos”, aseveró Bonilla, quien añadió que el millón de hectáreas de soya podrían ampliarse en los siguientes años.
Actualmente se cultivan alrededor de 150.000 hectáreas de soya en la Chiquitania y se obtienen rendimientos buenos. Sin embargo, se debe hacer una debida planificación y cuidar las condiciones de suelos de la zona.
Gobernación apuesta en aumentar la productividad
Luis Fernando Menacho, Secretario de Economía de la Gobernación de Santa Cruz, manifiesta que si bien la Chiquitania tiene un potencial para la agricultura; lo aconsejable es trabajar para aumentar la productividad en el campo.
“Nosotros no pensamos en ampliar las zonas productivas, sino más bien darles a los productores las herramientas necesarias para que puedan duplicar su producción. Esto a través de las nuevas tecnologías, del uso de semillas mejoradas, que producen dos veces más que las semillas convencionales”, mencionó Menacho.
Anapo observa con buen potencial a la Chiquitania
Por su parte Fernando Romero, presidente, de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), en una anterior entrevista, indicó que, si bien la Chiquitania es una zona potencial para hacer agricultura, son tierras que faltan regular su PH y trabajar en la sostenibilidad.
“La zona de la Chiquitania tiene gran potencial agrícola, pero debe trabajarse bastante en rotación, en darle rastrojo, darle vida y dinamismo al suelo. Son tierras más frágiles, pero con gran potencial muy importante si se trabaja con fertilización y buenas prácticas agrícolas”, expresó Romero.
Fuente: Agro Sinergia