Los productores de maíz del chaco cruceño, chuquisaqueño y tarijeño se aprestan a encarar la campaña de verano 2023 en el cultivo de maíz. Según estimaciones de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), se cultivarán alrededor de 100.000 hectáreas del grano amarillo en estas zonas.
Mario Moreno, presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), indicó que las últimas campañas no han sido buenas para los productores de maíz del chaco boliviano, toda vez que de las 550.000 toneladas que se producen normalmente en el sur de Santa Cruz, chaco de Tarija y Chuquisaca, solo se logró producir 300.000 toneladas de maíz en el verano 2022.
Moreno comentó que en la campaña de verano 2023, que inicia en noviembre y se prolonga hasta enero del 2024, se estima sembrar 100.000 hectáreas de maíz en la zona sur del departamento de Santa Cruz (Cabezas, Charagua, Lagunillas, Gutiérrez y Cuevo) y algunos municipios del chaco chuquisaqueño y tarijeño.
De las 100.000 hectáreas que se proyecta sembrar, 55.000 se siembran en la zona sur de Santa Cruz.
El rendimiento promedio de maíz en la zona sur es de 2,7 toneladas por hectárea.
Promasor también observa necesario la aprobación de semillas mejoradas
Para Promasor al igual que los productores de soya, ven importante la aprobación de semillas mejoradas, toda vez que consideran necesario para el cultivo de maíz.
“Nosotros necesitamos eventos de maíz tolerantes a sequía, hay materiales con estás características que se han desarrollado en Argentina y Brasil. Inclusive sabemos que estas semillas han sido utilizadas por productores en Pando”, expresó Moreno.
Agregó que los países vecinos obtienen hasta 8 toneladas de maíz con la utilización de semillas genéticamente mejoradas y en Bolivia se produce hasta 4 toneladas por hectárea.
Recordó que, en las últimas campañas, el maíz fue afectado por la sequía y por eso los productores ven muy necesario contar la biotecnología para minimizar daños a su cultivo, y obtener mejor rentabilidad.
Fuente: Agro Sinergia